Euphorbia lactiflua ha sido registrada desde 1860 por Philippi hasta nuestros días, siendo persistente en su hábitat, donde, a pesar de su distribución restringida, forma poblaciones numerosas de miles de individuos, siendo particularmente abundante en las terrazas litorales entre Caldera y Obispito. En esta zona llega a ser al arbusto dominante y una de las especies de mayor abundancia relativa en la vegetación, carácter reforzado por su condición perenne que la hace evidente incluso en los ciclos de años secos. Hacia el Sur y al Norte pierde importancia relativa llegando a ser rápidamente más escasa.
En sus poblaciones se encuentra individuos de todas clases de tamaño, lo que sugiere una adecuada regeneración.
No existen antecedentes cuantitativos de los tamaños poblacionales, abundancia relativa ni estructura poblacional.
No existen datos de tendencias poblacionales actuales.
Se presume que tiene poblaciones relativamente estables y con una tendencia negativa a causa del daño ocasionado sobre las poblaciones por la acción humana, especialmente en su hábitat entre Caldera y Chañaral, con un fuerte incremento del uso y ocupación del sitio en los últimos 7 años.
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