Las características morfológicas de P. trucha, corresponden a un cuerpo ligeramente alargado, grueso, poco comprimido en altura. Posee escamas ctenoídeas pequeñas en el tronco y pequeñas escamas cicloídeas en huesos infraorbitales, mejillas, superficie posterior del maxilar y mandíbula inferior, como también en el complejo opercular. Cabeza pequeña, cerca de 3 veces la longitud estándar. Boca relativamente grande y protráctil; premaxilares con dientes cónicos pequeños, maxilar con borde posterior irregular, no liso, sobre todo en tallas grandes. El espacio interorbitario es ancho y tiene hocico afinado. Postemporal ligeramente serrados, preopérculos fuertemente serrados, en su parte inferior con espinas más largas y fuertes, generalmente menores que 10; subopérculo e interopéculos con margen ventral finamente serrado. Dorsal con una porción espinosa con nueve espinas y una porción blanda, separada por una incisión profunda, con un rayo duro y 11 a 12 rayos blandos. Pectoral amplia, triangular, con 15-16 rayos. La aleta caudal es truncada. La altura del pedúnculo es de 2-2.28 en su longitud; línea lateral describe una curva entre su nacimiento y la parte posterior de la dorsal. (Ruiz, 1993). La coloración de este espécimen varía con el hábitat, pudiendo ser el cuerpo gris, verdoso, naranja o amarillento, mientras la región ventral del cuerpo puede ser blanca, amarilla o naranja con numerosas motas negras o brunas en la cabeza, cuerpo y aletas (Arratia, 1982) En el río Andalién se encontraron tallas pequeñas para estos peces, la mayor encontrada corresponde a un ejemplar de 275 mm de longitud total. (Ruiz, 1993) Los ejemplares del río Bíobío alcanzan longitudes máximas de 45 cm y 1,2 kilógramos de peso. En estudios sobre la edad de esta especie en Argentina se calculan 10 años de edad máxima por ejemplar de 35 cm. (Campos, 1993) |