El ruil es un árbol de hojas verde claras caducas, es decir, que se pierden durante el otoño (se colocan rojizas a la entrada de dicha estación). Puede alcanzar alturas de hasta 30 m, con un tronco recto y cilíndrico (diámetro máximo de un metro), que posee la corteza gris clara, con manchas blanquecinas y grietas irregulares, tanto longitudinales como transversales. Las hojas son muy características y distintivas, poseen 7 a 13 cm de largo y 4 a 9 cm de ancho, se disponen en forma alterna o casi opuesta, son de forma ovadas, ligeramente aguzadas en la punta y de borde aserrado fino, con venas o nervaduras prominentes. El haz de la hoja (parte superior o dorso) es pubescente, es decir que posee una serie de pelos muy delgados y cortos, que le dan un aspecto ligeramente velludo. Es una especie monoica, lo que significa que un mismo árbol posee flores masculinas y flores femeninas; las masculinas forman grupos de 3 a 4, con estambres (filamentos que en su extremo tienen un saco con polen) de 10 a 14 mm de largo. Las flores femeninas son más pequeñas y se agrupan de 3 a 7, y no poseen tallo (las masculinas tienen uno muy corto), es decir nacen juntas desde un mismo pedúnculo. Son de color verde pálidas, ocurriendo la floración en septiembre y octubre. El fruto es pequeño, de color café con 6 a 7 mm de largo, que posee forma de cúpula y, que en su interior contiene 3 a 7 semillas aladas, que maduran entre enero y febrero. |