Lagarto de mediano a gran tamaño (longitud hocico cloaca = 78 ± 11 mm) y contextura levemente fornida. La cola puede llegar a alcanzar una vez y media la longitud del resto del cuerpo. El cuello es plegado y de ancho similar a la cabeza; un pliegue lateral abultado se extiende por lo flancos hasta desaparecer en la ingle. Las extremidades son largas y fornidas (Demangel 2016). Las escamas dorsales son de pequeño tamaño, de forma subtriangular, superficie quillada, disposición imbricada a subimbricada y presentan heteronotos. Las escamas de su vientre son de tamaño similar, redondeadas, lisas e imbricadas. Alrededor de la zona media del cuerpo tiene 82 a 88 escamas. Los machos presentan la base de la cola notoriamente abultada y pueden tener hasta cinco poros cloacales poco visibles (Koslowsky 1896), que se disponen hacia el interior de la cloaca; algunos ejemplares no presentan estos poros (Demangel 2016). El patrón de coloración en vista dorsal es de tono café grisáceo, con dos bandas supraoculales claras y numerosas manchitas negras en la cabeza, extremidades y en la zona medio dorsal, las que conforman una banda occipital ancha. El vientre es gris blanquecino y la cola presenta anillos oscuros en toda su extensión. Los juveniles presentan coloración similar a los adultos (Demangel 2016).
Nota taxonómica:
Koslowsky (1896) describe a Liolaemus elongatus estudiando una serie recolectada en “las cordilleras” de la Provincia de Chubut en Argentina, este mismo autor menciona que también se recolectaron ejemplares en Neuquén. Posteriormente se nombran como Liolaemus elongatus varias poblaciones entre San Juan y Neuquén, las que con el paso del tiempo se convirtieron en especies nuevas (i.e. L. parvus, L. petrophilus, L. shitan, L. smaug, entre otras). La distribución de la especie se restringió a Argentina hasta que Pincheira-Donoso y Núñez (2005) la mencionan para Chile por primera vez, luego del hallazgo de una serie recolectada al este de Cruzaco, valle del Lonquimay, en el cerro Batea-Mahuida en la Región de la Araucanía, además mencionan una serie de ejemplares recolectados en Sewell, Región de O’Higgins, la que requerían mayor estudio.
Esquerré et al. (2014), describen a L. ubaghsi en base a la población de la que provenían los ejemplares recolectados en Sewell, quedando L. elongatus sólo en el Batea-Mahuida, no obstante, ningún otro autor menciona acceso a la serie recolectada ni una visita a esta área.
Escobar Huerta et al. (2015) describen a L. lonquimayensis en base a ejemplares recolectados en el volcán Lonquimay, en la Región de la Araucanía, la cual diferencian de L. elongatus porque los machos de esta última poseen poros precloacales. Demangel (2016), menciona nuevas localidades para L. lonquimayensis y comenta que varios ejemplares de esta especie sí poseen poros precloacales en su localidad tipo. Más tarde, Troncoso-Palacios et al. (2016) sinonimizan a L. lonquimayensis con L. elongatus en base a análisis genéticos.
Finalmente L. elongatus en Chile queda limitada para Lonquimay y alrededores, confirmándose además la población del Batea-Mahuida (RI Díaz-Vega, comunicación personal, 2018). |