Esta especie enfrenta amenazas tanto en las colonias como en el océano. En tierra, las amenazas tienen que ver con mamíferos exóticos, alteraciones antrópicas y destrucción de su hábitat. En el mar, las interacciones con las pesquerías industriales y con contaminación por petróleo representan las principales amenazas en las áreas de migración invernal (CEC 2005).
Bourne et al. (1992) reportan que los ataques por perros introducidos durante el siglo XVII relegaron las colonias de nidificación a los sectores más remotos de la parte oeste de la isla Robinson Crusoe.
Hodum & Wainstein (2002, 2003) reportan altos niveles (sobre el 10%) de depredación sobre adultos y polluelos en nidos activos de las colonias de la Isla Robinson Crusoe. Aunque se notó una significativa baja para el año 2004 a menos del 1%, esta amenaza sigue actuando sobre la población de esta especie (Hodum & Wainstein 2004). Las colonias más afectadas por depredación son Piedra Agujereada y Vaquería (Hodum & Wainstein 2002, 2003, 2004).
Bourne et al. (1992) reportan la muerte de unos 30 individuos en una noche por un coatí (Nasua nasua) en el sector de Puerto Francés. Hanh & Römer (2002) especulan sobre la posible depredación de individuos por coatís en el sector del Centinela. Por su parte, Hahn y Römer (2002) encontraron huevos rotos en Santa Clara, posiblemente debido al ataque de roedores exóticos.
Los mamíferos exóticos además de depredar sobre los individuos o sus huevos, producen otros impactos indirectos. Por ejemplo, Hodum & Wainstein (2002, 2003, 2004) sugieren que conejos pueden expulsar los huevos de cuevas para su utilización. No obstante, esta interacción requiere más investigación.
Becker (2000) encontró que los niveles de mercurio presentes en adultos y pollos de la población de Isla Mocha no afectarían su supervivencia y reproducción, pero que durante su migración invernal, esta especie visita áreas con altos niveles de otros contaminantes, lo que podría poner en riesgo su supervivencia. |