P. pugnax habita aguas subterráneas existentes en terrenos semipantanosos, en los que generalmente existen asociaciones boscosas siempreverdes y de baja altura. Este tipo de biotopos, comúnmente conocidos como “vegas o hualves”, ocurren en pequeños valles u hondonadas entre cerros. Sin embargo, también es posible encontrar poblaciones de esta especie en planicies igualmente semipantanosas pero con mayor intervención antrópica. En invierno estas vegas se inundan y permanecen anegadas por alrededor de cuatro meses. En primavera-verano y hasta comienzo de otoño el nivel de la napa freática se mantiene bajo la superficie. El suelo en las vegas que habita P. pugnax en los alrededores de Chillán (36º35'S; 72º01'W) es de tipo arcilloso, tiene un pH moderadamente ácido (X = 6,4; DE = ±0.343; N = 6), contenido promedio de materia orgánica de 2,8% (DE = ±1,288; N = 6), y altas concentraciones de calcio (X = 11,4 meq/100g; DE = ±1,279; N = 6) y de magnesio (X = 4,4 meq/100g; DE = ±1,332) (Arias & Muñoz 1991). Además, la humedad relativa y la compactación relativa (expresada como el inverso de la penetración en cm), del suelo habitado por P. pugnax en las cercanías de San Carlos (36º22’S; 71º59’W), fluctúan entre 22,7% en enero y 55,1% en junio, y entre 0,096 en diciembre y 0,258 en marzo, respectivamente (del Valle, 2002; Rudolph, 2013). Los únicos datos acerca de las características fisicoquímica del agua al interior de las galerías de P. pugnax, fueron registrados por Dalannais (1984) en las Higueras, cerca de Talcahuano (36º45’S; 73º05’W). Según esta autora la temperatura del agua fluctúa entre 12,7 ºC (junio) y 22,1 ºC (noviembre), el pH oscila entre 5,9 (abril) y 6,5 (junio-julio), y la dureza total constante en 197 ppm de CaCO3. Este hábitat está siendo modificado progresivamente por: a) drenaje de los hualves para su uso en actividades silvoagropecuarias, b) uso de fertilizantes, c) aplicación de pesticidas y d) deforestación con reemplazo vegetacional. |