Aletas anteriores con uñas rudimentarias. Exoftalmia, globo ocular grande, de seis centímetros de diámetro (Yáñez et al. 2009). Lo característico y único en esta especie, son líneas rojizas-marrones que se extienden paralelas al eje longitudinal a lo largo del cuello, el pecho y los costados. 

Hay pocos reportes acerca de su comportamiento, salvo la conducta de  levantar la cabeza cuando algo le causa interés. Generalmente se mantienen sobre su vientre o ruedan hacia un lado, por ejemplo, para mirar a una persona que se acerca, posición en la cual se ha reportado que abre la boca y son capaces de emitir vocalizaciones (Jefferson et al. 1993). Es una especie solitaria que no se congrega en grandes colonias reproductivas. Emiten vocalizaciones mientras nadan con la boca cerrada, las cuales se escuchan bajo el agua en el ‘pack-ice’ desde mediados de octubre, con un pick en diciembre y mediados de enero (Thomas & Rogers 2008). En el agua bucean continuamente durante el día (108 inmersiones al día en promedio) a 100 - 300 m de profundidad durante 6 minutos, con un máximo de 792 m por 30 minutos (Blix & Nordøy 2007).

Las hembras se dirigen al denso ‘pack-ice’ para tener a una única cría durante la primavera (noviembre a diciembre). El peak de nacimientos ocurre entre el 3 y 18 de noviembre. Los cachorros miden 1 – 1,2 m al nacer y pesan 17 - 27 Kg. El destete es al mes de vida. Se estima que la madurez sexual de las hembras la alcanzan entre los 3 – 4 años y entre los 2 – 7 años en los machos. Se asume que la cópula ocurre en el agua (Southwell et al. 2003, Thomas & Rogers 2008). Aunque se pensaba que era una especie polígama, estudios genéticos indican un sistema de apareamiento monógamo (Curtis et al. 2011).

Se estima que la muda ocurriría en enero, momento en el que muchas focas parecen ayunar (Skinner & Klages 1994), formando grandes grupos en témpanos de hielo (Hückstädt 2015). Estudios utilizando transmisores satelitales sugieren que las focas de Ross son predadores pelágicos, pasando meses en mar abierto en asociación con el Frente Polar Antártico, regresando para la temporada reproductiva en octubre-noviembre (Blix & Nordøy 2007).

Especie teutófaga y piscívora. Estudios utilizando transmisores satelitales sugieren que las focas de Ross son predadores pelágicos, pasando meses en mar abierto en asociación con el Frente Polar Antártico, regresando para la temporada reproductiva en octubre-noviembre (Blix & Nordøy 2007). Principalmente se alimenta de cefalópodos, pero también consume algunos peces y krill. Su dieta especializada reduce la competencia con otros carnívoros antárticos (Jefferson et al. 1993, Thomas & Rogers 2008, Southwell et al. 2012).

De todas las focas antárticas, la foca de Ross habita las áreas de hielo más denso (Thomas & Rogers 2008) y también se puede ver en témpanos (Jefferson et al. 1993) lo cual varía según su etapa de vida. Durante la temporada reproductiva se encuentran restringidas al hielo denso consolidado. En la última etapa del verano y principios de otoño (temporada de muda), se mueven al norte al borde del hielo y grandes témpanos de hielo estable. Los individuos inmaduros permanecen todo el año al norte del pack-ice en hábitats pelágicos (Thomas & Rogers 2008).

Sin información.

No aplica.

Distribución de Provincias en Chile

Distribución de Territorios Especiales en Chile

Áreas Protegidas donde la Especie ha sido Reportada

Introducción

No existen reportes de interacción con la pesca.

Existen descripciones de contacto (presencia de anticuerpos) con agentes patógenos que han puesto en peligro a otras poblaciones de focas. Entre estos agentes están Toxoplasma, y el Virus Distemper de Fócidos, por lo que las enfermedades transmisibles podrían ser una amenaza para esta población (Tryland et al. 2012). Es presumible que los efectos del cambio climático, generen como consecuencia una pérdida de áreas de hielo compacto para los partos, lo cual podría afectar a esta especie en alguna medida no cuantificada. El turismo estacional ha aumentado persistentemente los últimos 30 años, por lo que los aumentos de ruido asociado a estas actividades podrían afectar también el comportamiento, distribución y alimentación de la especie (Hückstädt 2015).

Sin información.