La abundancia y tendencias poblacionales de tortugas marinas son mejor evaluadas usando estimaciones de abundancias en el agua asociadas a parámetros demográficos tales como sobrevivencia y reclutamiento (Chaloupka & Limpus 2001, Bjorndal et al. 2005). Sin embargo, estos datos rara vez existen y por lo tanto la mayoría de las evaluaciones están basadas en estimaciones de tendencias de poblaciones de hembras nidificantes, donde se asume una estrecha correlación entre tendencias poblacionales y actividad reproductiva (Bjorndal et al. 2005).
Aunque diversas estimaciones poblacionales y evaluaciones han sido desarrolladas para distintas subpoblaciones y áreas geográficas en específico (eg. Limpus 1992, Meylan 1999, Beggs et al. 2007), no existe una estimación del tamaño poblacional global de la especie.
Mortimer & Donnelly (2008) en la evaluación de UICN del estado de conservación de la especie, han utilizado como índice adecuado para estimar la tendencia poblacional, el tamaño de la población nidificante, definido como el número promedio de hembras que nidifica por año.El método más fiable para seguir la tendencia de las poblaciones de tortugas marinas son las evaluaciones de población a largo plazo llevados a cabo en la playa de anidación (Meylan 1982) y estos se utilizan como índice de abundancia apropiado para el taxón (UICN 2001a, 2001b). Sin embargo datos históricos confiables no están disponibles para todas las subpoblaciones, por lo que en la evaluación se seleccionaron 25 Sitios Índice (ver W-Figura 1, IND-Tabla 1, PAC-Tabla 1 y ATL-Tabla 1 en Material complementario de evaluación UICN) que fueron elegidos por representar las tendencias generales de la subpoblación regional a través del tiempo, e incluyen las áreas de anidación más importantes, así como muchas de las áreas de anidación menores para los cuales se dispone de datos cuantitativos. Se estima que el 41% de la población de hembras nidificantes está representada en estos 25 Sitios Índice.
Estimar el total de hembras de un población nidificante es complejo por el hecho que una hembra típica nidifica varias veces dentro de una misma temporada, y no sigue un esquema anual de nidificación, con intervalos de dos a siete años de separación entre nidificaciones consecutivas. Los individuos son activos reproductivamente por décadas (Carr et al. 1978, FitzSimmons et al. 1995, Mortimer & Bresson 1999). Los monitoreos de largo plazo son por lo tanto esenciales para documentar cambios poblacionales. Existen pocos estudios a largo plazo de hembras nidificantes, debido en parte a que la investigación de tortugas marinas no se hizo popular sino hasta la década de 1970, y para entonces muchas poblaciones ya se habían reducido a niveles bajos (Meylan 1999).
La interpretación de datos de largo plazo puede ser complicada, porque la tortuga carey madura lentamente, y exhibe un extenso y complejo ciclo de vida, así la declinación de una subpoblación sobre-explotada podría ocurrir antes que se observe un descenso en el número de tortugas nidificando en las playas.
Considerando lo anterior, Mortimer & Donnelly (2008) en su evaluación UICN de la especie, compilaron la información de todas las subpoblaciones que tuviesen información cuantitativa (para 58 países se compiló información sobre tamaños poblacionales estimados), pero utilizaron la información sólo de los 25 Sitios Índice definidos para estimar la tendencia poblacional. La información cuantitativa puede ser revisada desde el Material Complementario de la respectiva evaluación, disponible en el sitio web de la lista roja de UICN (http://www.iucnredlist.org/details/8005/0).
Para sitios en los cuales el número anual de hembras nidificantes no está disponible, se usaron otros índices de abundancia de nidificación, incluyendo número de nidos registrados, número de hembras muertas, número de hembras nidificantes registradas por unidad de esfuerzo de patrullaje, y número de huevos colectados para consumo humano o para incubación artificial.Para alguno sitios, diferentes medidas de abundancia de tortuga carey fueron utilizados, incluidas las estadísticas de exportación de caparazones, y el número total de tortugas cazadas (tanto hembras nidificantes como desde áreas de alimentación). La información fue obtenida desde múltiples fuentes, publicaciones científicas, literatura histórica y reportes no publicados.
En la tabla 1 se muestran los cambios estimados en el número de hembras nidificantes por Mortimer y Donnelly (2008) para tortuga carey en los 25 Sitios Índice utilizados, evidenciándose una declinación poblacional estimada de 84 a 87%, en tres generaciones.
Tiempo generacional: Con una edad estimada a la madurez de unos 25 años en el Caribe (Boulon 1994, Diez & van Dam 2002) y de unos 35 años en el Indo Pacífico (Limpus 1992, Limpus & Miller 2000, Mortimer et al. 2002, 2003), y la mitad de la longevidad reproductiva estimada en 10 años (Limpus 1992, Mortimer & Bresson 1999, Parrish & Goodman 2006), conservadoramente un tiempo generacional de 35 años (25 + 10 años) es calculado para el Caribe y Atlántico Occidental, y de 45 años (35 + 10 años) en la zona Indopacífica. Al analizar los datos, declinaciones de tres generaciones considerarían mediciones por al menos105 años en el Caribe y Atlántico Occidental y de al menos 135 años para la zona Indopacífica. De acuerdo con Bjorndal et al. 2000, el largo generacional bien podría ser más largo cuando las densidades poblacionales sean mayores. |