Es de tamaño mediano (longitud hocico-cloaca = 65 ± 6 mm) y la cola es levemente menor al doble de la longitud del cuerpo. Es de aspecto esbelto con los dedos bastante largos (Demangel 2016). La cabeza es triangular y el cuello presenta un pliegue en forma de “Y” con escamas triangulares, quilladas e imbricadas en las zonas laterales. Las escamas dorsales son lanceoladas o triangulares, con mucrón, quilladas e imbricadas. Las ventrales son subtriangulares, imbricadas y lisas. En el medio de su cuerpo presenta entre 45 a 50 escamas. Solo el macho presenta dos o tres poros precloacales (Pincheira-Donoso y Núñez 2005, Demangel 2016). Su coloración es sumamente variable con tonalidades cafés, amarillentas, verdosas o combinaciones de estas, existiendo ejemplares de un verde limón intenso en todo el cuerpo y, en contraste, otros café o amarillento sin nada de verde. El patrón dorsal presenta un par bandas supraoculares café claro, amarillentas o verdosas, que se difuminan en la cola. Estas bandas pueden acompañarse de un conjunto de manchas irregulares negras, variables en cantidad y tamaño que se unen en la cola formando una línea oscura. En los individuos de tono café, generalmente hay manchitas en los flancos de tonalidades celestes o verde metálico (Duméril y Bibron 1837, Pincheira-Donoso y Núñez 2005, Demangel 2016). Su vientre también puede mostrar distintas coloraciones entre tonos blanquecinos, cafés y verdes, pero no azules. En fijador su vientre adquiere una coloración azul (Demangel 2016).
Nota taxonómica:
Duméril y Bibron (1837) describieron a Proctotretus cyanogaster basado en una muestra compuesta por varios ejemplares provenientes de Chile, sin especificar la localidad. Desde entonces el taxón ha vuelto a ser descrito con otros nombres, ha cambiado de género, ha recibido distintos nombres específicos y subespecíficos y ha sido mencionado en la fauna de Argentina y Chile por diversos autores (Bell 1843, Fitzinger 1843, Duméril 1855, Boulenger 1885, Burt y Burt 1931, Codoceo 1954, Donoso-Barros 1966, Donoso-Barros 1970, Laurent 1992, Pincheira-Donoso y Núñez 2005, Avila et al. 2013). Además, se asignó a Valdivia como localidad tipo, pero aun existe duda sobre este antecedente (Duméril y Bibron 1837, Bell 1843, Donoso-Barros 1966, Demangel 2016).
Por otro lado Donoso-Barros 1961 describe la subespecie L. cyanogaster brattstroemi basado en una muestra procedente de Lechagua, Isla de Chiloé. Esta subespecie fue considerada válida por diversos autores (Donoso-Barros 1966, Troncoso y Ortiz 1987, Veloso y Navarro 1988, Laurent 1992, Núñez y Jaksic 1992, Etheridge y Espinoza 2000) y se propuso como especie plena por Pincheira-Donoso y Núñez (2005), quienes la relacionan al grupo pictus y no al grupo chiliensis (al que pertenece L. cyanogaster), lo cual ha sido aceptado por algunos autores, mientras que otros no lo han considerado (Lobo 2010, Ruiz de Gamboa 2016, Mella 2017). Demangel (2016) advierte que la propuesta de L. brattstroemi como especie plena no se basó en una comparación de los ejemplares con que se describió a L. c. brattstroemi, además, señala que los ejemplares tipo están extraviados y, basado en las características escritas en la descripción original de Donoso-Barros (1961), considera que no es posible separar a L. brattstroemi de L. pictus, por lo que propone tratarlos como sinónimos.
En la actualidad se considera que L. cyanogaster corresponde a un taxón válido que se distribuye en Argentina y Chile. No obstante, existen bastantes dudas y discrepancias sobre la existencia de subespecies, sobre los límites de la especie y sobre cuales poblaciones deben asignarse a este taxón (Pincheira-Donoso y Núñez 2005, Demangel 2016, Ruiz de Gamboa 2016, Mella 2017). |