Es la culebra más pequeña de Chile. En general la longitud total no sobrepasa los 45 cm, pero algunos ejemplares alcanzan hasta 60 cm. La cola corresponde a un quinto de la longitud total. Es opistoglifa, los dientes posteriores poseen una ranura anterior por la cual escurre el veneno (Donoso-Barros 1962, 1966). Las escamas dorsales son de superficie lisa forma romboidal y disposición subimbricada. Al medio del cuerpo posee en torno a 19 escamas. Las placas ventrales son aproximadamente 14 y las caudales 45. La cabeza presenta líneas negras curvadas entre los márgenes infraocular y labial. En general su color es gris o marrón amarillento. El patrón dorsal está formado por una banda blanquecina o parda en tonos claros que recorre la región vertebral, a cuyos lados se encuentran parches marrones oscuros de mayor grosor, de disposición longitudinal y que comienzan a fusionarse hacia la cola. Muchas de sus escamas presentan un punto oscuro notorio en la zona terminal, además de una serie de puntos difusos de menor tamaño. En los flancos se distingue una línea café que alcanza el extremo de la cola. La región ventral presenta una tonalidad oscura con un patrón de manchas negras paralelas. La zona gular es de tonos blanquecinos con manchas oscuras dispersas (Demangel 2016).
Nota taxonómica:
Wiegmann (1834) describe a Tachymenis peruviana sobre la base de un ejemplar con procedencia indeterminada (Ortiz 1973); y Schlegel (1837) describe a Coronella (=Tachymenis) chilensis examinando ejemplares recolectados en Chile. Posteriormente, ambas especies presentaron una inestabilidad taxonómica por varios años en los que se les cambió de género, se propusieron sinonimias entre ellas, razas geográficas para ambas especies, e incluso nuevas especies asociadas a éstas.
Walker (1945) publica una revisión del género Tachymenis separando tres complejos: “attenuata”, “peruviana” y “chilensis”, y segregando ambas especies. Ortiz (1973) hace una revisión de T. peruviana y T. chilensis para Chile, validando la presencia de ambas en territorio chileno y, reviviendo las subespecies T. c. chilensis (Walker 1945) y T. c. coronellina (Werner 1989), quedando T. peruviana sin subespecies. Desde entonces, esta propuesta es la que tiene mayor consenso (Ruiz de Gamboa 2016), habiendo estabilizado la taxonomía de las poblaciones chilenas del género. Sin embargo, las subespecies de T. chilensis no suelen ser utilizadas (Demangel 2016, Mella 2017).
En la actualidad se considera que T. peruviana se distribuye en la cordillera de Los Andes de Argentina, Bolivia, Chile y Perú. No obstante, existen algunas dudas y discrepancias sobre el límite de distribución sur y altitudinal de la especie (Valenzuela-Dellarossa et al. 2010, Demangel 2016, Mella 2017). |