El ciervo es un herbívoro poco selectivo que aprovecha una amplia variedad de recursos alimenticios en función de si presencia en su área de campeo. Consume gramíneas, plantas bajas, follaje de árboles y arbustos , (Ramírez, 1992). Se pueden lograr cornamentas de muchas puntas mediante una buena alimentación, porque no hay otra parte del cuerpo que reaccione a la oferta de alimentos como lo hace la cornamenta. El efecto del clima en las cornamentas es de importancia secundaria. Este no influye directamente en el crecimiento, sino que pasa por el metabolismo del organismo que, por su parte, fuera del clima, es determinado por una gran cantidad de otros factores, ante todo por la alimentación (Beninde, 1937). Se indica que si el cuerpo del ciervo toma con anterioridad el crecimiento de su cornamenta, y el suministro de alimento está limitado, entonces el crecimiento de la cornamenta está impedido y el ciervo más grande es el más afectado (Bubenik, 1992).El ciclo estacional del apetito es claramente marcado y ventajoso en la crianza de ciervos, ya que comen mucho en verano y poco en invierno, con lo que se ahorra una suplementación invernal y se protegen las praderas en la época crítica. Durante el otoño y el invierno el consumo disminuye principalmente por efecto de la brama (Munita, 988). Mientras más peso presenta el ciervo, el consumo de nutrientes en 100 kg de peso vivo se vuelve proporcionalmente menor. Durante las estaciones de primavera y verano transcurren los mayores requerimientos nutricionales para el crecimiento de la cornamenta (Bubenik, 1992). Siendo primavera - verano los períodos con mayor consumo, los requerimientos de mantención en este período son menores y por esto éste es el período donde los ciervos engordan (Conabio, 2000). La alimentación del ciervo rojo, como rumiante se basa en praderas, arbustos y ramas. Un estudio hecho por Schilling (1986), citado por Munita (1988), con el objetivo de determinar el hábito de consumo del ciervo rojo en tres áreas agroecológicas: costa, depresión intermedia y precordillera andina, se determinó que la mayor sustitución de praderas en su dieta, se produjo en invierno, en que un 20 % del consumo total correspondió a sementeras (trigo, coles, avena, betarraga) y el 80 % restante fue pradera. En primavera – verano, la dieta consistió en un 90 % a 98 % a praderas. Según Shilling (2006) citado por Bazan (2008) afirma que existen dos razones fundamentales por las cuales los cérvidos superan a los vacunos: en primer lugar, los ciervos buscan su alimento en forma independiente, y dado que son bravíos y no reconocen la tuición humana, son extremadamente inteligentes en reconocer los alimentos que requieren. Se hizo un estudio de hábitos alimenticios en las cuatro zonas agrológicas del sur de Chile: a diferencia de Europa, sobre el 80% de su dieta la componen pasturas, y el 20 % ramajes y como dato curioso, en pleno mes de julio se pudo comprobar que en su dieta incluían Lotus uliginosus, leguminosa de crecimiento primaveral de alto contenido proteico. |